Saltar al contenido

Cómo hacer tu web más ecológica

    Para muchas personas, términos como «Internet» o «la nube», implican poco menos que algo intangible o inmaterial. Eso nos podría llevar a pensar que no supone ningún consumo energético y que Internet significa «limpio» o «sin emisiones». La realidad no es así. Pero podemos elegir que el impacto ambiental sea reducido o no. En este artículo te explicamos cómo hacer tu web más ecológica.

    Índice de contenidos

    1. Todo es tangible, todo está en alguna parte
    2. Ya hay referencias cuantificables sobre ese consumo eléctrico
    3. ¿Una web hoy día exige más recursos del servidor que las de hace, digamos, 15 años? ¿Por qué?
    4. Entonces, ¿cómo puede ser mi web más ecológica?
    5. Cómo compruebo que mi web ya es más ecológica que antes?
    6. Y yo, además de temas globales, a nivel particular, ¿gano algo con todo esto?
    7. Interesante… y complicado. ¿Podéis hacer vosotros mi web más ecológica?

    Todo es tangible, todo está en alguna parte

    En primer lugar, vamos a explicar que ese asociar «Internet» o «la nube» con lo inmaterial es erróneo. En realidad, todo está en alguna parte; otra cosa es que no sepamos dónde. Cada sitio web o cada aplicación que utilizamos, que funciona desde internet, está alojada en un ordenador remoto, con el cuál nos conectamos e interactuamos. Ese ordenador está en algún gran Centro de Datos, un edificio con muchos muchos ordenadores que contienen muchas muchas páginas web. Quien tenga una página web sabe que ha tenido que contratar un servicio de alojamiento para ella (u otro tipo de servicio que incluye este alojamiento o hosting).

    Como estos servidores almacenan y suministran todo el contenido de Internet al que accedemos desde nuestros ordenadores, teléfonos y tablets, el consumo eléctrico de estos grandes centros de datos es cada día más y más importante. No sólo se consume la electricidad directamente consumida por esos ordenadores; hay que hacer funcionar también, por ejemplo, sistemas de refrigeración, que tendrán que ser más activos cuanto más suba la actividad de todos esos aparatos. Con frecuencia, junto a estos centros se construyen enormes plantas energéticas, para garantizar su correcto funcionamiento durante las veinticuatro horas del día.

    Ya hay referencias cuantificables sobre ese consumo eléctrico

    En primer lugar, no es difícil imaginar que debe tratarse de un consumo energético importante. Pero hay también gente que empieza a aportar números.

    Por ejemplo, una web, websitecarbon.com, que calcula la huella de CO2 de cualquier web y verifica si su centro de datos trabaja con energías renovables, cuantifica en 416,2TWh por año la energía que consume Internet a nivel mundial: más que todo el Reino Unido.

    También, hace ya un par de años, en un interesante artículo de testdevelocidad.es, estimaban que Internet consumía alrededor del 5% de la energía mundial.

    En definitiva, no es difícil encontrar datos al respecto, simplemente buscando en Google «consumo eléctrico de internet».

    ¿Una web hoy día exige más recursos del servidor que las de hace, digamos, 15 años? ¿Por qué?

    Sí. Y principalmente, por dos motivos. El primero, porque incluyen más funcionalidades. Hoy día puede venderse online, reservar cita previa, apuntarse a un evento, etc., todo ello desde la propia web. Además, habitualmente el propietario de la web dispone de un panel de administración de la misma, con el que es más fácil crear contenido nuevo y modificar el ya existente, con menor grado de dependencia respecto a los técnicos en webs. La web ya no es algo estático, sino algo con lo que interactuamos.

    Otro motivo es que han aparecido multitud de herramientas para maquetar las webs sin conocimientos de programación. La mayoría de ellas suponen un incremento muy importante a nivel de recursos por parte del servidor que las aloja. Además, supone el acceso al mundo del desarrollo web a gente ajena a todo esto, que lo que menos tiene en cuenta es precisamente cómo optimizar su web para que cargue y funcione rápido y con los menores impactos de consumo posibles. La «democratización de Internet» ha traído muchas cosas positivas, pero tiene también un impacto en este terreno.

    Entonces, ¿cómo puedo hacer mi web más ecológica?

    Por lo que hemos visto, la conclusión es, en principio, sencilla:

    • Optimizar y simplificar los procesos internos de la web
    • Elegir un hosting o alojamiento cuyo centro de datos utilice buenas prácticas ambientales

    Para optimizar y simplificar los procesos internos de la web

    Para el primer apartado, hay que recordar que no sólo se trata de acelerar la carga de la web, aunque en muchos casos eso también se produzca. Para reducir los tiempos en un procedimiento, siempre podemos enfocarnos en acelerar la velocidad a la que hacemos cada tarea del mismo, o en tratar de simplificar en lo posible cada tarea. Para hacerla más ecológica, hemos de enfocarnos más bien en esta última opción.

    Por ejemplo, para ir de la población A a la población B en coche, si pensamos en optimizar dicho trayecto, habrá quienes busquen unas «buenas conexiones de autopista» que, aunque supongan un mayor kilometraje, el trayecto pueda hacerse en menos tiempos por la alta velocidad que vamos a conseguir. Si queremos optimizar el consumo, posiblemente esta no sea la mejor opción. Posiblemente nos vendrá bien buscar trayectos más directos y más cortos. También, en el mundo de la optimización web, estudiamos esos «trayectos más cortos»; que también supondrán generalmente un tiempo de recorrido inferior al habitual.

    De esa forma, trataremos de conseguir, entre otras cosas:

    • Una reducción de peticiones a sistemas de bases de datos.
    • Una reducción del tamaño y el peso de las imágenes y los vídeos al mínimo necesario.
    • Que el código interno sea más limpio y se reduzca en lo posible.
    • Buscar una reducción de módulos o complementos externos adicionales (plugins, apps, frameworks, etc.)

    Esta información nos la suelen proporcionar las herramientas de medición de velocidad y optimización habituales, como GTMetrix, Pingdom Tools, o Google Page Speed Insights.

    Respecto a la «limpieza del código» y los plugins o frameworks

    Aquí estamos hablando de cómo se ha programado la web. Aquí volvemos a lo que dijimos al principio del artículo. Con la utilización de herramientas que facilitan la maquetación y la programación web a personal no técnico, se ha conseguido mucho a nivel de «democratizar internet»; pero se ha perdido en cuanto a calidad de optimización. Habitualmente estas herramientas inciden negativa o muy negativamente en el rendimiento de la web; y una solución puede ser adaptar el contenido pero prescindiendo de ellas (o utilizando las de menor impacto). Esto puede suponer, en la práctica, casi pensar en una web nueva.

    Por ello y por otras razones, puede darse el caso de que una optimización concreta, para ser buena, sea una tarea realmente muy compleja y sin garantías reales de éxito. En ocasiones no es viable ni realista pretender que una web que está muy mal a nivel de optimización consiga un buen nivel en este sentido. Hay veces que es más pragmático y realista replantearse la migración a una web nueva. Nosotros así lo hacemos saber al cliente cuando encontramos esos casos.

    Para elegir un hosting más sostenible

    Para el segundo apartado, relativo al hosting, se trata de informarse. No sólo habrá que preguntar por sus características técnicas que nos interesan como usuarios, como pueden ser:

    • Saber si realizan o no migraciones desde otros servicios
    • Cómo es el servicio de atención y soporte ¿atienden también por teléfono?
    • Confirmar si usan discos convencionales o SSD (este punto es también muy importante en cuanto a impacto ambiental: los discos SSD consumen mucho menos que los convencionales)
    • Informarnos de la posibilidad de utilizar un espacio de desarrollo o pruebas
    • Conocer la frecuencia con la que generan las copias de seguridad, y qué disponibilidad y acceso a ellas tendremos
    • Saber si están disponibles las más recientes versiones de PHP, MySQL, MariaDB, y de otras herramientas
    • Otras cuestiones técnicas que nos interesen particularmente

    También habrá que saber cómo es su política medioambiental. Un punto muy importante ahí va a ser si utilizan fuentes renovables de energía. Tienen que mostrar transparencia y buena predisposición para aclararnos esta cuestión; de otra forma… ¡desconfiaremos!

    ¿Se puede optimizar para el ordenador de quien visita la web?

    Por lo que sabemos hoy día, en el ordenador de quien visita nuestra web optimizaremos el consumo energético, por ejemplo con fondos claros. Con la tecnología moderna, se necesita más energía en los monitores para visualizar webs con fondos oscuros que en fondos claros (los monitores antiguos funcionaban a la inversa).

    ¿Cómo compruebo que mi web ya es más ecológica que antes?

    Como hemos comentado antes, las herramientas habituales como GTMetrix, Pingdom Tools o Google Page Speed Insights nos dan, no sólo mediciones y valoraciones de velocidad, sino también informaciones sobre las cuestiones a optimizar que hemos comentado en apartados anteriores. Además, en websitecarbon.com nos dan la estimación de impacto por visita a una determinada web en términos de emisiones de CO2.

    Y yo, además de temas globales, a nivel particular, ¿gano algo con todo esto?

    Por supuesto, el principal beneficiado de todo esto es el Medio Ambiente. Pero también nosotros, como dueños de una web optimizada, podemos vernos beneficiados particularmente. Google y los buscadores cada vez tienen más en cuenta el grado de optimización de una web dentro de sus parámetros a tener en cuenta a la hora de posicionar sitios web. De modo que, indirectamente, podríamos contribuir a que nuestra web se posicionase mejor. También puede mejorar la experiencia de los usuarios que se conectan a nuestra web, para los que puede mejorar la velocidad de carga del sitio. Dejar buenas sensaciones a posibles clientes, siempre es positivo.

    Interesante… y complicado. ¿Podéis hacer vosotros mi web más ecológica?

    Por supuesto. UrBerri ofrece e implementa este servicio. Podemos hacer tu web más ecológica. Si te interesa, contacta con nosotros. Analizaremos tu caso y te haremos una propuesta detallada sin compromiso.

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *